​

El programa responde a la necesidad de proporcionar a las mujeres con problemas psicosociales (especialmente adicciones, por el estigma que llevan asociado) alternativas de tratamiento que tengan en cuenta sus circunstancias sociales, personales y culturales y que les permitan acceder a un tratamiento en igualdad de condiciones que los varones.

Tradicionalmente los programas de tratamiento se elaboraban sin tener en cuenta la perspectiva de género, lo que acarreaba importantes dificultades de adaptación para las mujeres no adictas.

Las conclusiones del informe de resultados SIDRO 2019 del Observatorios de Drogas para Asturias indican que las mujeres se encuentran en una situación de clara desventaja respecto a los hombres y que los tratamientos que incorporan la perspectiva de género para atender los problemas específicos que afectan a las mujeres han demostrado mayor eficacia.  

Por otra parte, como viene señalando toda la evidencia en adicciones y perspectiva de género, es imprescindible modificar sustancialmente los contenidos de trabajo. Esto conlleva centrarse en el trabajo de la autoestima de género y el empoderamiento como herramientas cruciales para el cambio y su mantenimiento (“Informe de la situación en España de la violencia de género y el abuso de sustancias” 2021 Delegación del Gobierno para el PNSD).

En este sentido la flexibilidad de las modalidades de intervención (Centro de Día, Ambulatoria y Mixta) y la elaboración de planes individuales de tratamiento con objetivos adaptados a las necesidades de cada mujer son los dos aspectos clave del proyecto.

Otro es la introducción de contenidos sobre empoderamiento y fomento de la autoestima saludable. La perspectiva de género se introduce de forma transversal en todas las actividades que se realizan. Todo ello contribuye a paliar factores psicosociales de género que condicionan negativamente el acceso y la adhesión de las mujeres a los programas asistenciales.

​

Perfil de las personas beneficiarias:

-Media de edad en torno a 40 años.

-Problemas psicológicos, sobre todo depresión y ansiedad.

-Importantes problemas a nivel sociofamiliar: escasos recursos económicos, aislamiento, problemas con la custodia de los hijos…

-Muchas de ellas con historial de malos tratos, casi todas por parte de sus parejas o exparejas.

-Consumo de sustancias. En muchos casos legales (alcohol y/o benzodiacepinas).

-La mayoría acuden derivadas de los Servicios Sociales o los CSM.

​

Metodología de la intervención:

-El tipo de tratamiento se diseña teniendo en cuenta las circunstancias sociales, personales y culturales de cada mujer. La flexibilidad de las modalidades de intervención (centro de día, mixta y ambulatoria) permite adaptar la asistencia al centro a las necesidades de cada usuaria garantizando el acceso a tratamiento en igualdad de condiciones respecto a los varones.

-La perspectiva de género está presente en todas las intervenciones, ya sea como contenido concreto o de forma transversal.